Declaración de intenciones…

Después de mucho tiempo pensándolo, por fin me he decidido a empezar un blog. En él voy a dar rienda suelta a todo lo que me parezca interesante compartir. El problema es que… me parecen interesantes demasiadas cosas, pero todas ellas son pretextos para pasar tiempo dónde mejor me siento, en la montaña. Así que será ella el eje central de este blog. En él me gustaría compartir zonas y rutas para recorrer, carreras en las que he participado, pruebas de material que puedan servir si alguien está pensando en comprar algo, entrenamientos, noticias interesantes… también quiero dedicar algún que otro post a libros que he leído y que me han hecho reflexionar, y tampoco puedo olvidar mi otra gran pasión, la biología, así que intentaré contar algunas cosas curiosas e interesantes que nos ofrece esta bonita ciencia.

Y ahí va la primera, que no podía faltar en el primer post, la que explica el por qué del título del blog “las liebres cuesta arriba, corren más”. Bueno para empezar veamos si es verdad, o no. Por supuesto no he encontrado ningún estudio que lo demuestre. Pero si algunas explicaciones, todas en la misma dirección:

1.   Las liebres al tener las patas traseras más largas pueden desplegar “casi toda” la longitud de su zancada con un poco de pendiente, pero cuesta abajo esto les perjudica, lo ideal sería entonces tener las patas delanteras más largas.

2.     La velocidad de una carrera cuesta arriba depende, y mucho, del “estado de forma” de la liebre, o del corredor en cuestión, sin embargo para correr cuesta abajo cobra más importancia la coordinación que el físico. La evolución ha llevado a las liebres a ser muy eficientes en la carrera por la anatomía de sus cuerpos y no por su gran coordinación. Que tampoco es poca, ya que consiguen huir de los galgos no por velocidad punta, si no, a base de quiebros imposibles.

También he encontrado esto por ahí:

    “La liebre que has de matar, cuesta abajo la has de echar"

           "La liebre que se te ha ir, cuesta arriba la has de ver ir"

La verdad es que la explicación de la anatomía me convence bastante y después de ver los dos refranes, todos sabemos lo sabio que es el refranero… creo que he elegido bien el nombre.