No se cuantas veces he visto este vídeo, desde que lo vi en el blog de ser13gio me lo pongo cada vez que no me apetece salir a correr, la música, los paisajes... creo que representa a la perfeccción lo que para mí, es una carrera por montaña. No es quién la gana o quién queda el último, eso es solo un detalle (apenas unos segundo de vídeo), para mí una carrera es disfrutar con la gente, disfrutar de la naturaleza, intentar moverme por ella sin desentonar demasiado, ponerme a prueba delante de esos paisajes, el amanecer...al final lo que vale es la experiencia.
Hace unos días Anton Krupicka, alias
“pecholobo”, confirmaba su presencia
en dos carreras en España, Zegama y una semana después la Transvulcania. En las
dos se va a encontrar con Kilian. Interesante duelo que está levantando mucho morbo
en intenernete, pero que en mi
opinión es más por la fama de los dos que por lo realmente va a suceder.
En una carrea “corta” y explosiva
como Zegama no creo que Krupicka tenga muchas opciones y menos con grandes
corredores europeos que también estarán en la pelea, como Marco di Gasperi o el
propio Miguel Heras, los dos únicos que han puesto en apuros a Kilian en el
último año.
La Transvulcania ya es otro
cantar. Es una carrera más larga, con desnivel y técnica pero que se asemeja
más al estilo americano de ultras, aquí si podríamos ver un bonito duelo entre
ambos. De todas formas Krupicka ha
cambiado su entrenamiento este año, y está preparando a conciencia las carreras
europeas, metiendo más kilómetros por montaña, más técnicos… asi que podría dar
la sorpresa.
Ahora que estamos bajos los efectos
del frío siberiano y a todos nos da pereza salir a entrenar, os dejo por aquí
un vídeo de “pecholobo” bien abrigao.
Para que no nos quejemos de un poco de fresco.
Uno de los personajes que más me ha impresionado del atletismo es la figura de Abebe Bikila. Cuando era pequeño oí la historia de un hombre que corrió la maratón descalzo y no me lo podía creer, en ese momento no sabía que no sólo la corrió, si no que ganó la medalla de oro en Roma 1960. Vamos a ver quién era ese hombre que corría descalzo.
Abebe nació en una aldea en Etiopía en 1932, como la mayoría de etíopes hijos de pastores, en su infancia pasó hambre y tuvo que trabajar muy duro. Con 20 años ingresó en el ejército como guardia imperial de Haile Selasie y fue entonces cuando pudo ver a los atletas que representarían a su país en las olimpiadas de Melbourne, entonces decidió que quería ser como ellos, y se presentó al campeonato nacional militar. Abebe, ante la sorpresa de todos ganó al gran favorito Wame Biratu, que tenía el récord nacional de 5.000m y 10.000m, pero aún así no fue seleccionado para ir a la olimpiada de Roma.
Pero al joven Bikila le iba a cambiar la vida… esa carrera la estaba viendo Onni Niskanen, un entrenador sueco que se quedó impresionado ante la clase que demostraba al correr el joven guardia imperial, le preguntó si tenía algún entrenador y ante la negativa de este le tomó bajo sus órdenes.
Abebe no iba a estar en la olimpiada, pero el destino quiso que sus pies volaran sobre el asfalto romano y en el último momento fue seleccionado. Su gran rival, Wame Biratu, se lesionó gravemente en un partido de fútbol.
En Roma, el patrocinador de las olimpiadas, Adidas, quiso calzar al joven etíope con un par de sus zapatillas pero Abebe no estaba acostumbrado a correr con ellas y no encontró ningún modelo cómodo. Se dirigió a Onni Niskanen y le dijo, “o corro descalzo o no corro”, el sueco no podía creerlo, pero terminó accediendo a las exigencias de su atleta.
Abebe salió sin presión, no era el favorito, fue en el grupo de cabeza mientras se descolgaban corredores kilómetro tras kilómetro, cuando a falta tan sólo de 500m, después de haber volado durante 41 y frente al obelisco Axum (monumento etíope robado por Italia a Etiopía en la guerra entre ambos países), Abebe no ve a nadie a su lado, solo ve el majestuoso arco de Constantino al fondo. 2 horas y 15minutos después de empezar, cruza la línea de meta con el mejor crono hasta entonces en los 42km.
Es la primera vez que un atleta africano gana una medalla de oro en unas olimpiadas. Abebe entra en la historia a través del arco de Constantino.