Primera carrera de la temporada y la cogí con muchas ganas, apenas un
mes de entrenos, pero esta fue mi primera carrera de montaña y me hacía
una ilusión especial correrla.
Llegamos a Somosierra y como siempre
hay buen ambiente, un poco de calentamiento y para la salida. El día ha
salido soleado pero fresco, perfecto para correr.
Se da la salida y salimos escopetados por una cuesta de asfalto que nos
hace bajar rápidamente el ritmo. Hay que ver como sale la gente en estas
carreras y uno que se emociona y se mete un atracón así sin calentar…
Rápidamente nos quedamos un grupito en cabeza y tras 300m juntos un
corredor cambia el ritmo completamente, por supuesto se va el solo y a
mí no se me ocurre seguirle por nada. El grupo se va estirando y dos más
se lanzan a la caza del primer valiente, aquí si que me voy detrás,
dejándolos ir pero yéndome del grupo. Así llegamos a las primeras
cuestas serias, las subo corriendo pero veo que no voy todo lo caliente
que quisiera y quiero guardar fuerzas para luego asi que ando en los
tramos más empinados, me pasa un corredor y me emparejo con otro.
Por fin algo de llaneo… aquí me voy poco a poco de mi pareja y me acerco
cada vez más al corredor que me había pasado en las cuestas iniciales,
para justo en el comienzo de la subida más importante de la carrera
llegar a su lado. Esto me motiva y además veo que no sube muy bien,
aprovecho y me voy unos metros.
En la cuesta nos han cogido por detrás dos corredores y así llegamos a
la pista que en subida nos conducirá hasta la cima del pico Tres
provincias. De momento las sensaciones son buenas, voy guardando fuerzas
para en la bajada romper este grupo y el que se atreva que se venga…
Llegamos a la cima, un trago de agua y para abajo… no fuerzo mucho y sin
embargo me voy con otro corredor del grupo de cuatro que formábamos.
Empiezo a notar molestias en la tripa, pero pienso que serán las
abdominales, que estamos a principio de temporada y que en el llano se
me pasa. Además noto como la respiración de mi compañero va mucho más
acelerada que la mía y eso me da muchos ánimos.
Así llegamos a un largo llaneo de unos 2-3km que nos llevará al último
avituallamiento a 5km de meta. Nada más terminar la bajada noto que el
dolor en la tripa va a más, pero intento no pensar en ello y no
despegarme del corredor que marca un buen ritmo en el llano (más tarde
me enteraré que corría maratones con la élite, angelito…), intento
aguantarle pero no puedo correr agusto, tengo que ir encogido para que
no me duela la tripa… y poco a poco se me va yendo… llegamos al último
avituallamiento, bebo agua, sigo corriendo pero a los 200m una arcada y…
fin de mi carrera. Después de echar la primera papilla, intentar seguir
pero ver que me sigue doliendo la tripa decido que mi carrera termina
aquí…
Intento no pensar en el abandono y disfrutar del paisaje, la montaña…
mientras poco a poco me van pasando corredores, se agradece a los muchos
que preguntaron si todo bien.
En estos casos lo que más duele es la moral, no ha empezado la temporada
lo mejor posible y me quedo con las buenas sensaciones que tuve hasta
que la tripa dijo basta…
Jajajaja ay angelito..
ResponderEliminarPor lo que te he ido leyendo, lo tengo claro, hay que correr con una sonrisa de oreja a oreja no vaya ser que piensen que estás pinchando y encima te metan más caña..jeje
jeje Claro que si y si se puede vacilar un poco en los avituallamientos mejor que mejor! Ya esta el mundo muy serio como para no disfrutar corriendo. Me recuerda al que en una maratón llevaba escrito en la espalda de la camiseta: "Gordo, hipertenso, alcoholico, diabetico y... delante tuya" jejeje.
ResponderEliminarGracias por comentar!