Soy de los que creo que para casi todo hay un porque, unas veces seremos capaces de encontrarlo y muchas otras veces no, bien yo voy a intentar contestar a ¿Por qué me lesioné? Si es que esta vez soy capaz de encotnrarlo. He estado analizando el
diario de entrenamientos y creo que
viene de largo.
Justo una semana antes del cross alpinoTrasierra del 2012 tuve una fuerte contractura en el gemelo izquierdo, corrí el
cross y creo que lo recuperé bien porque en toda la temporada no me volvió a
dar problemas, ni me acordé de él. Pero esta temporada no lo he hecho bien y
ahí ha estado mi error.
Empecé a entrenar en Septiembre,
con un mes de descanso más o menos activo desde la Vuelta al Aneto, vamos sin
hacer gran cosa pero haciendo lo que me apetecía. En Octubre corrí la Mediasolidaria de Somosierra y tras abandonar, le di muchas vueltas a la cabeza. Sé
que me sentó algo mal y ya está, pero era la primera vez que abandonaba y creo
que no supe afrontarlo, así que me desmoralicé y prácticamente deje de correr
durante Noviembre y Diciembre centrándome en mi otra pasión, la escalada.
En Enero me volvió a picar el gusanillo, que le voy a hacer soy corredor, no lo puedo evitar. Eso sí, me prometí a mi mismo que tenía que disfrutarlo y que nada de agobios por carreras o similares. Con eso me puse al lio, pero claro no había hecho lo que se suele llamar “invierno”, esa fase de la temporada donde haces una buena base aeróbica, trabajas bien la fuerza… esa fase que te permite realizar todo lo que viene durante el año. Además a través de José Antonio, nuestro experto en entrenamientos del Raidlight Team, conseguí un plan de entrenamiento que creía me iba al pelo ya que le daba mucha importancia a la calidad y no a la cantidad de los kilómetros, y yo que soy buen alumno me puse a ello. ¿Lo malo? Que en todo el año pasado prácticamente no había hecho series, y encima venía sin hacer un invierno en condiciones así que desde el primer día de series tengo anotado en el cuaderno que acabo muy cargado de gemelos. ¿Lo peor? Que esas anotaciones se repiten todas las semanas.
Y es normal que cascara, el
gemelo y el sóleo son los encargados de dar el último impulso, el que estira el
pie, y eso lo hacemos con mayor fuerza a ritmos rápidos, ritmos a los que yo no
estaba acostumbrado. Por eso creo que tenía el tendón algo tocado y en la
bajada que me lo dañe fue lo que lo hizo salir, pero el daño ya estaba ahí.
Aún así creo que orgánicamente
toleraba muy bien el plan, dormía bien y recuperaba bien los entrenos, por eso
voy a seguir con él cuando me recupere, pero haciendo las cosas bien, con un
buen “invierno” aunque a este paso lo voy a hacer en Agosto, y no saltándome
pasos fundamentales en la adaptación del cuerpo al entrenamiento.
La temporada 2013 ya empezó mal,
y no ha ido mucho mejor, si llego bien haré algo en Octubre pero por no tirar
toda la temporada, así que la verdad ya estoy pensando en el 2014 y casi casi
preparando el calendario, que está lleno de carreras a las que les tengo muchas
ganas, años malos como este también hay que pasarlos.
Dani, no creo que haya años malos, sino experiencias diferentes que te hacen comprender mejor las cosas. Animo!
ResponderEliminarMuchas gracias Diego, sin duda tiene su lado positivo, estoy aprendiendo un montón sobre entrenamiento y lesiones pero seamos sinceros, a nadie nos gusta estar lesionado y no poder hacer lo que te apasiona. Pero llevas razón, de nada vale quedarse quieto lamentándose, hay que buscar los puntos positivos y aprovecharlos.
ResponderEliminarUn saludo!