Temporada invernal, balance, objetivos...

La verdad es que no se puede decir que hayamos tenido una temporada invernal propiamente dicha, la ausencia de nieve en la zona centro solo nos ha dejado disfrutar de atisbos de nuestra estación favorita. Pero que no cunda el pánico y ni se mente al calentamiento global, años raros, como este, son totalmente normales. Así que, doy por terminada la temporada invernal, a partir de ahora cambiamos los crampones y el piolet por las zapas de trail, y las ascensiones de fin de semana por carreras con más o menos desnivel.

Cima de Monte Perdido.

No me puedo quejar de como se ha dado la temporada. El invierno no ha dado buenas condiciones para cumplir todos los proyectos que teníamos en mente, las obligaciones del día a día también han sido muchas en estos meses, por eso estoy muy contento con los dos grandes actividades de este invierno, las ascensiones a Monte Perdido (3355m) y el moro Almanzor (2592m). 

La primera me dejo muy buen sabor de boca por el cómo la hicimos. En dos días, uno de aproximación hasta el lago helado a 3000m de altura, donde pasamos la noche viendo la cima desde la tienda, con todo el equipo a la espalda hasta esa cota, con ola de frío en la Península, temperaturas de -15ºC. El segundo día hicimos cumbre en Monte Perdido y tuvimos que renunciar a la cima del Cilindro ya que no lo veíamos del todo claro. Al bajar de Monte Perdido teníamos intención de escalar el Cilindro, pero la poca nieve que había convertía la escalada en hielo, en mixto en el que no nos sentíamos nada cómodos y supimos decir no y bajar, algo que desde aquí sentado me da mucha seguridad en mí mismo ya que sé renunciar a la cumbre.

Atardecer desde el lago helado, cumbre de Monte Perdido.

Cruzando la Laguna Grande de Gredos al amanecer.

La segunda actividad ha sido la ascensión al moro Almanzor, el pico más alto del sistema central y uno de esos picos que no siendo muy altos tienen un “nosequé” que te hace esforzarte bastante más que en muchos más altos. Las condiciones de nieve tampoco fueron las mejores ya que algunos pasos en la cara norte los hicimos en mixto, pero el moro se porto muy bien con nosotros y nos regalo un gran día de alpinismo.

El denominador común de las dos actividades ha sido el estilo ligero necesario para imprimir un toque de velocidad a la ascensión, no buscando marcas ni mucho menos, si no, como dice un gran amigo mío: “la velocidad en montaña es seguridad” y eso es lo que buscábamos.

Bajando por la portilla del crampón.

A partir de ahora a preparar los dos grandes objetivos del verano, el Gran Trail Peñalara y la ascensión al Mont Blanc. Para ello empezaré a correr mucho más enserio de lo que lo he hecho este invierno, escalaré menos y participaré en algunas carreras para ir tomando contacto, la primera el próximo fin de semana en el pueblo de Cebreros en su cross alpino, 22km con 700m de desnivel positivo, prometen buen ambiente y bosques de ensueño, ya os contaré. 

De momento hoy primer entreno por la sierra, un rodaje desde la Barranca, Maliciosa, Bola del Mundo, Cabeza de Hierro menor y mayor y vuelta, en 4 horas y 27min, no está nada mal para ser el primero de la temporada!!

En la cumbre de Cabeza de hierro mayor.